jueves, 18 de noviembre de 2010

Dejavú.

Un despertar afanoso, me cogió fatigado
Un despertar afanoso y creo que esto ya lo viví antes…

Queda todavía un recuerdo triste y marchito.
Queda todavía una solapa, un candelero
y una estrecha zanja por la que trascurre la vida

Son como brechas ondas que llevan a la muerte,
son también caballos fugaces que van al cielo
son tantas cosas…

Vienen con la desorientación de la mañana,
con el desatino de un día,
 son viejas velas negras que nunca acaban.

Son julios, son febreros sin
                                                            tener veranos o inviernos
son lluvias, son charcos.

Son entierros, son cementerios
Son albas, son ocasos
Todos tristes, todos recuerdos.

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